Del compost a la cosecha: El fascinante proceso del cultivo de la seta común

Las setas comunes no se cultivan como cualquier otro vegetal, ya que no necesitan tierra, sol ni raíces. En su lugar, crecen a partir de un sustrato especialmente preparado, en condiciones controladas de temperatura y humedad. Este proceso, aunque complejo, permite obtener setas de alta calidad durante todo el año.

Preparación del compost

El primer paso en el cultivo de setas es la preparación del compost, un material rico en nutrientes que servirá como sustrato de crecimiento. Se elabora a partir de paja, estiércol y otros componentes naturales, sometiéndolos a fermentación para eliminar impurezas y crear un entorno propicio para el desarrollo del micelio.

El nacimiento de la seta

Una vez listo el compost, se inocula con micelio, que es la estructura de filamentos fúngicos a partir de la cual crecerán las setas. El compost se mantiene en condiciones óptimas de humedad y temperatura para que el micelio se expanda y colonice todo el sustrato.

Formación y desarrollo de las setas

Después de unos días, en la superficie del compost empiezan a aparecer pequeños primordios, que con el tiempo se convertirán en setas adultas. Para garantizar un crecimiento adecuado, se controlan la ventilación, la iluminación y la cantidad de agua en el ambiente.

Cosecha y distribución

Cuando las setas alcanzan su tamaño ideal, se recolectan manualmente para evitar daños en su estructura. Se almacenan en condiciones de frescura óptima y se envían rápidamente a la cooperativa, asegurando que lleguen al consumidor en perfecto estado.

Este método de cultivo no solo permite una producción eficiente y sostenible, sino que también garantiza un producto fresco y de calidad, listo para ser disfrutado en cualquier plato.

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